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¿Cómo enseñarle a dormir a un bebé?

Desde los tres meses, tu bebé puede ir adquiriendo hábitos saludables de sueño que le ayuden a estar contento durante el día, mejoren su desarrollo y proporcionen a la familia un descanso de calidad.

Aunque la mayoría de los niños duermen de forma correcta y aceptable, los problemas de sueño afectan a un 25-45 por ciento de los niños y, en algunos casos, pueden llegar a hacerse crónicos si no son tratados a tiempo.

Las causan varían en función de la edad, pero en un porcentaje elevado son debidas a malos hábitos de sueño, sobre todo, en niños mayores de seis meses.

¿Cómo conseguir una buena rutina del sueño?

Los problemas de sueño del bebé menor de un año se deben más a los padres que al niño.

Un niño presenta hábitos poco correctos a la hora de acostarse cuando no sabe dormirse si, por ejemplo, sus padres no están a su lado, no le leen un cuento o la luz no está encendida, porque tiene miedo a la oscuridad o a los monstruos imaginarios.

Lo mismo ocurre cuando el pequeño asocia el pecho de mamá, la televisión o el sofá al sueño. Si no se accede a estos deseos, el niño es incapaz de dormirse y no dejará de llorar hasta que los consiga.

Hay que tener en cuenta que el ritmo biológico del recién nacido se repite cada tres o cuatro horas y, a partir del tercer o cuarto mes de vida, los bebés empiezan a hacer cambios en su ritmo para abandonar progresivamente estos ciclos y adaptarse al ritmo biológico del adulto. Para que el bebé pueda ajustar ese reloj biológico necesita unos estímulos externos:

1 – De día acostalo con luz y ruido ambiental: cuando el bebé duerme durante el día no debemos mitigar el ruido de la habitación y es bueno que dejemos que entre la luz solar.


2 – De noche acostalo con oscuridad y en silencio: por la noche sí es aconsejable acostarle en la cuna sin luz ni ruidos.

3 – Procura su comodidad: acostalo lo más cómodo posible, con el pañal cambiado, y los gases expulsado.

4 – Acostalo siempre a la misma hora: entre las 20 y las 20,30 horas en invierno, y entre las 20,30 y las 21 horas en verano.

5 – Dale un baño antes del sueño nocturno: el baño antes de dormir ayuda a relajar al niño.

6 – Dejalo en la cuna con un muñeco o su chupete, dale las buenas noches y sal de la habitación: un objeto de apego le ayudará a asociar que ha llegado el momento de dormir.

7 – No te quedes cantándole o meciéndole la cuna hasta que se quede duerma.

8 – Cuando se despierte por la noche no enciendas la luz, atendelo y procurá no hablarle mucho y hacelo en voz baja: después, deja que vuelva a dormirse espontáneamente, sin estimularlo o acunarlo.

9 – Si ya duerme en su cuarto y llora por la noche entra en su habitación con diferentes intervalos de tiempo (de 2 a 5 minutos durante la primera noche) que irán aumentando según van transcurriendo los días. Se debe repetir el proceso tantas veces como sea necesario hasta conseguir que logre conciliar el sueño. La mejoría suele darse a partir de la tercera noche.

10 – Evita mucho calor en la habitación: la temperatura ideal son 20/23 grados.

11 – Repite siempre los mismos pasos: para favorecer este aprendizaje debemos establecer una rutina y hacer todos los días lo mismo.

12 – Mostrá seguridad: debes transmitir seguridad al niño para que entienda que quedarse solo es normal y que no le va a pasar nada. Si nos vamos con dudas o con sentimiento de culpabilidad por dejarlo solo, el niño se dará cuenta, se pondrá nervioso y le costará mucho más dormirse.

¿Cuántas horas son necesarias?

Es difícil establecer el número ideal de horas de sueño que debe dormir un niño, pero se puede partir de una premisa: las horas deben ser las necesarias para que esté contento durante el día y su rendimiento cognitivo (atención y memoria) sean normales.

• Los recién nacidos suelen dormir unas 16-17 horas diarias repartidas en periodos de dos a seis horas.

• A partir del tercer mes duermen de 3 a 4 siestas durante el día. El sueño nocturno ya es más largo, de entre 5 y 9 horas. Suelen dormir unas 15 horas.

• A los 6 o 7 meses un bebé duerme un total de 14 horas, repartidas entre dos siestas, una por la mañana y otra por la tarde; y luego un sueño nocturno que suele ser de 6 a 9 horas, interrumpidas por despertares breves.

• De los 9 a los 12 meses, es posible que se incrementen los despertares nocturnos en relación con el desarrollo de la marcha.

• Entre los 12 y los 24 meses se suprime la siesta de la mañana, se mantiene la de la tarde y aumentan las horas de sueño nocturno total hasta las 12 o 13 horas.

• A partir de los 4 años se suprime la siesta de después de comer, y el descanso nocturno gira en torno a las 11 horas y media.

Por último, recordá que cada bebé es distinto y responde en tiempos distintos. No lo fuerces ni te frustres si no obtenés resultados inmediatos. Es un proceso que puede llevar varios días, pero al final lo vas a lograr. 

Fuente:

. Enseñar a dormir al bebé – https://www.conmishijos.com/bebes/sueno/ensenar-a-dormir-al-bebe/

. Cómo dormir a un bebe sin dejarlo llorar – Pediatra Dr. Jesús Garrido García – https://www.mipediatraonline.com/como-ensenar-a-dormir-a-un-bebe-sin-dejarlo-llorar-peketema-2/

. Métodos para enseñar a dormir a un bebé sin dejarlo llorar –  Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en Español – https://espanol.babycenter.com/a8300023/m%C3%A9todos-para-ense%C3%B1ar-a-dormir-a-un-beb%C3%A9-sin-dejarlo-llorar

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One Comment

  1. colchon 90x190 Says :
    Posted on 9 diciembre, 2020 at 9:51 am

    Un post bien escrito y fluidito de leer, gracias admin por esta información.