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Cuidados para evitar el resfriado en el colegio

¿Qué cuidados debemos tener cuando un compañerito del colegio de nuestros hijos está resfriado?
Demos comienzo con una aclaración importante, la diferencia entre resfriado y gripe. Si bien se ha extendido el conocimiento, estas dos afecciones no son iguales, y aunque son típicas de las épocas otoñales e invernales, difieren en sus síntomas.
La gripe es un cuadro agudizado del dolor, y la principal diferencia es la presencia de estados febriles, con temperaturas que oscilan en 38° y 40°, dolores musculares, y cansancio pronunciado.

Hecha esta salvedad, podemos adentrarnos en cómo el resfriado llega a afectar a nuestros pequeños. La bajada de temperaturas, una mayor humedad en el ambiente y los cambios térmicos repentinos conforman un cóctel que favorece la transmisión de infecciones respiratorias. Las condiciones climáticas nos obligan a compartir más tiempo en ambientes cerrados, lo que favorece el contagio. En el caso de los escolares, pasarán muchas horas con otros compañeritos, dando vía libre al contagio y a la transmisión en casa.

Ahora bien, como padres, debemos estar alertas, pero no ser extremistas. La posibilidad de contagio no implica dejar de enviar a los chicos al colegio, sino, tomar medidas rutinarias de cuidado, y enseñar a nuestros hijos sobre la importancia que estos tienen.

A continuación te dejamos consejos que son, en general, muy conocidos, pero que valen la pena recordar:

1- Lavarse las manos con frecuencia.
Las tos, la mucosidad excesiva y el ambiente, son vías para contagiarnos, por lo tanto, si estamos en contacto con otras personas, y en especial los niños, necesitamos dedicar unos cuantos segundos para lavar correctamente nuestras manos.

Con nuestros pequeños, hagamos énfasis en el tiempo y en la dedicación. El lavado debe durar al menos 15 segundos, para dar tiempo a los agentes desinfectantes del jabón, a su vez, hay que repasar con el producto entre los dedos y las uñas.

2- Desinfección en el hogar y materiales escolares.
Así como las manos están expuestas, la ropa y los útiles son portadores, y facilitan el traslado al hogar, poniendo en riesgo a todo el grupo familiar. Para ello, siempre que sea posible, es bueno tener un lugar que no sea el dormitorio, para guardar lo que el menor usó en el colegio. De este modo se evita que haya contacto durante las horas de sueño con bacterias que quedan en el ambiente.

Si en su casa dispone de un cuarto de visitas, estudio, o biblioteca, puede utilizarlo para guardar las útiles escolares. En el caso de la ropa, sería recomendable usar cajones separados entre la ropa limpia, y la que ya se ha utilizado.

Respecto de la limpieza en la casa, al menos una vez por semana, debería hacerse un repaso con desinfectantes, o lavandina.

3 – Evitar el frío y la humedad.
En este apartado, entendemos que estamos hablando de la exposición prolongada al frío, o ambientes húmedos. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.

Con nuestros niños, debemos tomar la precaución de que en los lugares cerrados, no se mantengan excesivamente abrigados, sino lo necesario, y que eviten entrar y salir en aulas o espacios extremadamente calefaccionados.

4 – La alimentación.
La Vitamina D, encargada de reforzar el sistema inmunológico, es más fácil de adquirir durante el verano, ya que esta es favorecida por la luz del sol. En contrapartida, durante las época invernal, necesitamos consumir alimentos que compensen su absorción.

En el caso de los niños, aunque puede resultar complicado, debemos acostumbrarlos a consumir verduras y frutas. Este hábito es más sencillo cuando comenzamos desde edades tempranas.

Alimentos como los pescados azules, los champiñones o el queso. Además, cuidando una alimentación rica en vegetales, omega 3 y productos naturales, así como aquellos que tienen propiedades antibióticas, como la cebolla o el ajo, se protegerá al sistema inmune de cualquier infección.

5 – No automedicarse.
Nuestro ritmo de vida actual nos puede llevar a cometer algunos actos que son altamente perjudiciales. Uno de los más peligrosos es consumir medicamentos sin una debida indicación médica.

El primer error es el consumo de antibióticos, además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar que tu organismo se haga resistente a ellos.

Más de la mitad de las personas en nuestro país ha reconocido que, por diferentes motivos, consumió un medicamento sin prescripción. Esto, como ya mencionamos, si se prolonga en el tiempo, puede acarrearnos serios inconvenientes, dado que nuestro organismo no será capaz de reconocer y permitir la actuación de los fármacos que nos suministren, haciéndonos vulnerables.
No es necesario caer en el error de pensar que el aislamiento, el encierro o dejar las actividades es una solución, al contrario. Este artículo pretende que puedas identificar algunos pasos útiles que se pueden concretar para que nuestros hijos lleven una vida normal, funcional y disfruten de ella sin temor.

Si tus pequeños tienen facilidad o tendencia a enfermarse, la mejor decisión es visitar a un médico, para poder evaluar cuales son las causas, y cuales son las vías para potenciar el sistema inmunológico de estos.
Fuentes:
. EFE: Salud – «Diez consejos para combatir el resfriado y la gripe». http://bit.ly/2GQuRNe
. Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) – «Pautas para prevenir los primeros resfriados del otoño». http://bit.ly/2TkCMbA
. Mareva Gillioz, Dietista y Coach nutricional, especializada en Naturopatía – «Resfriado común, prevención y tratamiento natural». http://bit.ly/2ITzAQr

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